La incomprensión se da entre los de adentro

… la incomprensión se da entre los de adentro y los de afuera, entre los que te conocen de años y los ocasionales recién llegados, entre los de casa y los extraños… el vértigo de la vida, la vorágine del activismo, una suerte de frivolidad en las relaciones con los demás, una crónica superficialidad en la vida de oración, ahuyentan la contemplación serena de la realidad y facilitan la comprensión parcial de las personas, de los acontecimientos y de uno mismo… existen más comentaristas periodísticos que poetas y filósofos… porque la verdad la comprende quien ahonda, no quien va más rápido… ¿es posible «comprender» la hondura de tantos acontecimientos que se escapan cada día?… no es posible esa «manera» de «abarcar», que tantas veces echas de menos… sin embargo recibes de Dios lo que no alcanzas, ¡qué paradoja!, porque en el misterio, que es tu vida, puedes adivinar cuánto más grande es el patrimonio de la gratuidad… mejora tu relación con personas, acontecimientos y cosas… a pesar de la incomprensión, ¡una actitud fundamentalmente agradecida!… la #rosasinporqué se mantiene serena en medio de las incomprensiones, la gratuidad la hace cavar y ahondar y no salir corriendo… ¿te sientes incomprendido por los tuyos?, ¿te cuesta comprender a Dios?… (con el Evangelio de hoy, San Marcos 8, 13-31)…