La fe no necesita ver para creer, sino reconocer y experimentar la cercanía del amor

… la fe no necesita ver para creer, sino reconocer y experimentar la cercanía del amor… “creer es saber que Dios me ama”, decía Santa Teresita… pero el amor necesita “tocar” para saber que es verdadero y no una fantasía o una ilusión… “tocar” no es “toquetear”… “toquetear” es perverso, es denigrar la grandeza, exquisita y delicada, del amor… “toquetear” es reducir a lo meramente sensual la “sensibilidad” de los amantes, es “usar y abusar” del otro pensando sólo en uno… “tocar” es acariciar sin manosear, es abrazar sin asfixiar, es mirar sin dominar, es sentir la fragancia de rosas, azucenas y lirios, del amado, de la amada… “tocar” no es “agarrar”, no es “marcar el territorio”, no es “celar”… “tocar” es mirar juntos, cantar juntos, sufrir juntos, vivir y morir juntos… “tocar” es tomar de la mano al amado, a la amada, y caminar juntos en un misma dirección… si uno se detiene, se detiene el otro… si uno cae, caen los dos… ¡el Amor vive y te quiere abrazar!, ¡te quiere vivo!… la #rosasinporqué se deja “tocar” por la gratuidad y, así, se sabe gratuitamente amada y ama gratuitamente… ¿cómo expresas tu amor a quienes tanto amas?, ¿sabes usar bien el lenguaje corporal para expresar tu verdadero amor?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 24,35-48)…