La alegría no se compra, se recibe con alegría también

… la alegría no se compra, se recibe con alegría también… la gratuidad no se alquila, simplemente se comparte… ésta rosa la recibes con alegría y gratitud, aquí y ahora, si no es así se marchita… la fuerza de la gratuidad está en la confianza incondicional que late en su interior… más allá de los temores y amenazas, más allá de las mezquindades… existe una antigua obsesión posesiva, que lleva a medir, a calcular, a contabilizar todo… hay la llaman “estadística”… pero tú, por el contrario, afírmate y crece en la entrega sin peros ni reservas, sin esperar vueltos y sin dar tantas vueltas… aprendes a vivir en la medida que sonríes… la #rosasinporqué aprende a vivir sonriendo, por eso no es vueltera ni retorcida… ¿mides, calculas y contabilizas todo?, ¿sonríes para vivir y vives sonriendo?… (con el Evangelio de hoy, San Marcos 4,21-25)…