Inmenso es el camino en tu propio corazón, ¿no lo reconoces?

… inmenso es el camino en tu propio corazón, ¿no lo reconoces?… es necesario, desde luego, que insistas… la repetición de la misma súplica, de la misma verdad, acaba por instalarse y revela lo que no sospechabas… una y otra vez: “¡muchas gracias!, ¡muchas gracias!”… la “gratitud” que está más allá y por encima de todo nombre, de toda palabra, de toda formulación, o expresión, o lo que sea, nace de la “gratuidad” asumida y vivida… debes amar la arcilla que está en tus manos, debes amar tu arena hasta la locura… y si no, ¡no la emprendas con la vida que será en vano!… sólo el amor alumbra lo que perdura, sólo el amor convierte en milagro el barro… debes amar el tiempo de los intentos, debes amar la hora que nunca brilla… y si no, ¡no pretendas tocar lo yerto!… sólo el amor engendra la maravilla, sólo el amor consigue encender lo muerto… ¡sólo la gratuidad y la gratitud perdurarán!… la #rosasinporqué sabe que sólo el amor, gratuidad y gratitud, don y responsabilidad, fundamenta y construye la vida… ¿construyes sólidamente sobre el amor o sólo es un decorado en tu vida?, ¿cómo cuidas el amor entre los tuyos para afirmar que es lo más importante?… (con el Evangelio de hoy, San Marcos 12,28b-34)…