¡Impaciencia!… nunca acabas de acabar… quisieras cumplir antes de comenzar

… ¡impaciencia!… nunca acabas de acabar… quisieras cumplir antes de comenzar… pero no es importante, en el silencio hallaras siempre las mejores respuestas porque la palabra, para ser tal, ha de ser silenciosa… y así cualquier intento de ir directamente a la gratuidad… esto es decisivo… tu vida no debe tener mayores variaciones, ella es «pura gracia»… por eso, ¡aún puedes salir de cuanto te pesa y detiene!… lo que parece “matar” sólo logra despertar zonas desconocidas, los tiranuelos son peligrosos según las pretensiones que los mueven… pero, todas esas pretensiones son vanas, no pueden ir más allá, antes o después caen y desaparecen… por eso has de estar advertido, has de evitar a aquellos que pretenden imponerse en nombre de sabes qué… no se puede delimitar ni encerrar la gratuidad, ¡y tu vida!, en normas o preceptos, menos en antojos de ideologías… la #rosasinporqué no anda clasificando flores según su tamaño, color o fragancia, por la gratuidad sabe reconocer la hermosura distinta de cada una… ¿cuál es el criterio que usas para medir la importancia de las personas y de los acontecimientos?, ¿juzgas por las apariencias o miras el corazón?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 11,11-15)…