Hay personas en las que la parte consciente, visible y audible de su personalidad está saturada

… hay personas en las que la parte consciente, visible y audible de su personalidad está saturada, incluso sobresaturada, de religión… son capaces de hablar de Dios con un fervor a veces difícil de soportar… pero cuando las conoces mejor y echas un vistazo a su interior, no puedes reprimir la impresión de que su fe solo es en la superficie… mientras que más profundamente, en lo que la psicología profunda llama el inconsciente y la Biblia llama el corazón, son cerrados, fríos, egoístas, “impíos”… y, al contrario, con frecuencia te encuentras con personas que irradian directamente la “gracia del corazón”, que realmente poseen un “alma naturalmente cristiana” (en expresión de Tertuliano) pero en las que, por algún motivo, esa luz interior no ha aflorado a la superficie, al ámbito consciente, de manera que esas personas se consideran no creyentes… la fe es una opción integral, interior y exterior, de lo profundo hacia lo más superficial… si escuchas que Dios ha muerto, diles que salgan esos ciegos a la luz y miren si el mundo es o no tarea de un Dios que sigue despierto, ya no es su sitio el desierto, ni en la montaña se esconde… diles, si te preguntan dónde, que Dios está sin mortaja en donde un hombre trabaja y un corazón le responde… la #rosasinporqué es íntegra en la gratuidad, su visible belleza comienza en sus invisibles raíces… ¿disocias tu fe entre lo público y lo privado?, ¿es tu fe una opción de vida o es un arrastre de costumbres sin incidencia en las decisiones fundamentales de tu vida?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 20,24-29)…