Hay “personas buenas” y “buenas personas”

… hay “personas buenas” y “buenas personas”… las “buenas personas” son aquellas con quienes te cruzas cada día o tienes algún encuentro casual y que hacen la vida más fácil con su amabilidad y su simpatía… las “personas buenas” son aquellas que, por su compromiso con los demás, por sus gestos y sus detalles, por su manera de sentir, de mirar y de caminar por la vida, apuntan a algo más sublime, quizá a algo que las sobrepasa a ellas mismas… son las artesanas de gestos pequeños que dejan entrever un corazón grande, se especializan en detalles gratuitos que son impagables para quien los reciben, son expertas en muestras de bondad que apuntan más allá de la persona… estas “personas buenas” te abren los ojos y te sientes cuidado a través de sus gestos desinteresados… es que con estos detalles sencillos se derrumban tus cálculos de “toma y daca” y quedan en ridículo los desenfoques sobre tu figura en los que te colocas más arriba o más abajo del lugar que te corresponde… de ellas recibes algo inesperado e inmerecido que marca la diferencia… así son los “santos”… la santidad no es otra cosa que la normalidad de las “personas buenas”… lo normal, aunque parezca mentira, no es conformarte con lo mediocre… lo normal es que quieras devolver lo que has recibido, y hacerlo con pasión, lo normal es que aspires a la felicidad que se te promete al darlo todo, y lo normal es que eso empiece por la vida cotidiana… ¡felices, pues, los normales, porque ellos encontrarán el sentido de sus vidas!… la #rosasinporqué vive al ritmo de la gratuidad con toda normalidad, de tal manera que siempre busca vivir y hacer bien el bien… ¿qué piensas de la santidad?, ¿sabías que la santidad no es una exquisitez sino una normalidad para el cristiano?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 5,1-12ª)…