… hablar sin palabras, cantar sin voz, mirar sin luz, escribir nada… guías ciegos, maestros sin vocación ni pasión, padres y madres sin corazón ni alma, funcionaros corruptos o cortoplacistas, sacerdotes mediocres o pedófilos, matrimonios de escenografía, cristianos sin Cristo… triste, horrible, aberrante, pero existe… se podría decir: “besar sin amor”… pervertir un gesto que habla de vida, de confianza, de proximidad, y se convierte en señal de distancia,marcando un abismo, sellando un abandono y una traición… pervertir la ternura, mentir con el cuerpo, abrazar negando… en ese “beso vacío” se rompe un poco, ¿todo?, el corazón, la vida… como se le rompe el Corazón al Señor cada vez que proclamas su Nombre pero no hay evangelio en tu vida… y, así también, cada vez que niegas a tu hermano el pan o la vida… ese “beso mentiroso” te tiene que estremecer, te tiene que hacer pensar, por todo el dolor que desencadena… y ¿callas?, y ¿no dices nada?… la #rosasinporqué besa siempre con amor, la gratuidad la llena de ternura, de respeto y de sinceridad… ¿hablas sin palabras, abrazas negando, besas sin amor?, ¿qué haces para salir de tu ceguera?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 15,1-2.10-14)…