Fue en un “ahora” inesperado

… fue en un “ahora” inesperado, aunque secretamente deseado… lo sigo recordando, aunque creo que recién hoy lo estoy viviendo… es que no fue ayer, ¡es “ahora”!… y esto mismo lo he experimentado desde entonces, ¡cada día!… no fui yo quien lo eligió, aunque tomé ahí mismo la decisión… elegir es responsabilidad mía, es tarea mía… ser llamado, la “vocación”, ser “elegido”, no… puedo elegir lo que quiero hacer con mi vida, pero la “vocación” no se “elige”, la “vocación” te elige, te “da” forma, te constituye y sostiene… ¡sí!, concentrar todo mi tiempo en un instante, recoger mi proyecto en un solo puñado, decir toda mi persona en una única palabra, y entregarme… pero, Señor, hace falta toda una vida para acogerte, hacerme y darme, hace falta toda una historia para que mi humanidad se complete, hace falta tiempo infinito para nunca acabar de encontrarte y encontrarme… desde la Trascendencia de ese “llamado” que impregna mis huesos, Tú me liberas de la nostalgia de totalidades imposibles, porque en cada uno de mis fragmentos ya se asoma tu Presencia… ya sé que “ahora” es “siempre”… la #rosasinporqué vive el “ahora” como una totalidad, la gratuidad le impide demorarse en buscar tiempos mejores… ¿estás siempre buscando el mejor momento y desperdicias el que tienes?, ¿dilatas la entrega por falta de garantías que minan la confianza?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 6,12-19)…