¡Feliz quien no se escandaliza de la gratuidad!

… ¡feliz quien no se escandaliza de la gratuidad!… ¡bienaventurado quien no se espanta del modo con que Dios hace las cosas!… ¡dichoso quien se sigue sorprendiendo del amor descomunal que Dios tiene al hombre pecador!… ¿acaso aguardabas otra salvación?… no era ni es fácil aceptar, así no más, lo inaceptable… ¿será que es necesario esperar más?… no te escandalices de que el corazón humano sea a veces tan duro, de que Dios calle y sepa aguardar más que el hombre… si Él todo lo puede, ¿por qué no obra a la hora del dolor?… y, sin embargo, es entonces la “hora” de la fecundidad y de la luz, la “hora” en la cual la noche deja de ser «noche» para abrirse a ese misterio de la Aurora sin ocaso… no aguardes premios frondosos ni bolsas con metal precioso o con lo que sea… aguarda, sí, “otra” cosa… deja a Dios ser Dios en el misterio de tu vida… no hallarás nada mejor… la #rosasinporqué todo lo aguarda de la gratuidad, por eso no desespera ni se angustia… ¿sigues esperando no sé que salvación?, ¿crees que realmente Cristo Jesús es el único Salvador?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 7,1-2.10.14.25-30)…