Felices los normales, que ríen y lloran

… felices los normales, que ríen y lloran… felices los normales, que experimentan necesidades y no presumen autosuficiencia… felices los normales, que sufren las injusticias en carne propia y en la ajena… felices los normales, que se contagian de realidad y no se aíslan en lo virtual… felices los normales, que son misericordiosos y se conmueven… el tiempo, con su lento roer y un vendaval repentino, me instalaron en lo real y me dejaron sin nada… en el fondo de la nada descubrí el Todo que sustentaba mi ser como Él mismo, desde Él mismo, en Él mismo… desde el Todo me llegó todo, al quedarme sin nada dejé la nada, y se abrieron mis manos para acogerlo todo, sin apresar nada… el que es poco va cargado de mucho, y añade a su apellido títulos y posesiones… el que es mucho necesita poco, y añade a su ser todo lo que regala… ¡para iluminar todos mis tiempos y todo mi ser, bastó un solo instante, todo y nada!… hoy soy más feliz que ayer, porque tengo menos y soy más, tengo todo en nada y soy todo en nada… “ahora” es la realidad normal la que me abraza… la #rosasinporqué es inmensamente feliz porque desde la gratuidad lo es todo en nada… ¿estás encaminado hacia la felicidad?, ¿haces felices a los demás?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 4,25 – 5,12)…