Estás invitado a ser un signo pequeño

… estás invitado a ser un signo pequeño, casi insignificante, pero para nada inútil, una pizca de gratuidad entre los tuyos, en tu familia, en tu lugar de trabajo, en tu servicio a los hermanos… diminuta levadura entre la harina, aroma de futuro entre el olor a cosecha del trigo molido… la levadura se disuelve entre las manos cálidas de la ama de casa que sabe dispersarla por toda la harina… queda tapada la masa con un lienzo blanco, y en el silencio de la noche, mientras todos duermen, fermenta y crece desde el fondo de la vasija de madera y la colma hasta los bordes… después, nadie pregunta por ella en el sabor familiar del pan caliente, que se reparte crujiente al salir del horno para todos… puñado de levadura, pequeña gratuidad viviente en el charco de la miseria inmóvil, alivio y consuelo compartido en la noche del dolor, sonrisas sin salario, padres y madres peleando por sus familias, aparente esfuerzo perdido, profetas de periferia en la selva del conurbano… levadura pascual que fermenta en el misterio de la masa que la devora… queda el pan partido, compartido y comido, queda la vida… la #rosasinporqué es como la insignificante levadura, fermenta la masa con la gratuidad para dar vida… ¿valoras las pequeñas fidelidades diarias que sostienen tu entrega?, ¿desprecias los detalles pequeños que hacen la vida sabrosa y fecunda?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 13,18-21)…