Está la vida llena de contrariedades

… está la vida llena de contrariedades que pueden convertirse en las mejores aliadas para “dar gratuitamente lo que gratuitamente has recibido”… es decir, para vivir en y desde la gratuidad… esa contrariedad indefinible con que chocas una y otra vez, reduciéndote o deteniéndote no sé dónde, es infinitamente aprovechable… aprende a no precipitarte ante los acontecimientos previstos o imprevistos, aprende a esperar, conquista el dominio de tus emociones y reacciones, recupera el valor de la paciencia que todo lo alcanza, evita la ansiedad de la posesión y del domino… siempre hay algo mayor que oponer a esa contrariedad y que acabará por vencerla… es preciso ir más allá siempre, arribar al sentido del don, de lo totalmente dado por amor… es para tu bien y para el bien de todos… no perteneces a las rabias de los ansiosos… esas cosas que te contrarían, en verdad, son muy pequeñas… ¡ah, paradoja!, por eso dañan tanto… la contrariedad que aprieta, te empuja hacia arriba cuando, en efecto, has aprendido a sonreír y a compadecer… porque todo es don, todo es gracia… ama y desea, desea y espera, espera con paciencia y sonríe y compadécete… la #rosasinporqué no pierde la paciencia ante las contrariedades, ella sabe que todo es don, que todo es gracia… ¿das las gracias o eres agradecido?, ¿cómo vives las contrariedades que aparecen de improviso?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 9,35 – 10,1.5ª.6-8)…