Es la hora de las sorpresas, de los regalos

… es la hora de las sorpresas, de los regalos… es la hora de los más sencillos, de los más pequeños… es la hora para darte cuenta cómo el Dios inmenso ha querido debilitarse, volverse vulnerable, por amor al hombre… es la hora de la delicadeza, del respeto, del silencio, de la compasión… es la hora de la ternura, de la paciencia también… es la ocasión para que rechaces modales y gestos que ni hablan ni honran a Dios ni al hombre… es una oportunidad para la oración y para que levantes la mirada, para que desees un corazón siempre sediento de paz… es la oportunidad para dejar en reposo tus ansias de dominio y de activismos… es la oportunidad de estar y acompañar los innúmeros momentos de dolor y de angustia… nada, pues, de desesperanza… abandona, amigo y amiga de la rosa, todo cuidado entre «azucenas olvidado»… lo único es un Niño… el Niño que ya llegó entre lloriqueos y pañales… la #rosasinporqué simplemente te saluda en este día deseando que la Navidad te haga muy feliz, nada más, nada menos… ¿vas a contemplar el Pesebre y a sorprenderte desde las imágenes con el Dios-con-nosotros?, ¿podrás hacer una oración y dejar una lágrima junto al Niño por tantos niños que están solos?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 1,1-18)…