Es frecuente encontrar gente que comenta los gestos del Papa Francisco

… es frecuente encontrar gente que comenta los gestos del Papa Francisco… algunos los aprueban, otros quedan perplejos y hay quienes los rechazan y cuestionan… en un mundo de “opiniones” el problema es que en ocasiones esos comentarios tienen el mismo alcance que los que se pueden hacer comentando la última bronca deportiva, las declaraciones de tal o cual político o la enésima polémica generada por algún periodista con especial ganas de provocar… es decir, opiniones sin consecuencias en la propia vida de quien las realiza… contentos y descontentos, impermeabilizados o plastificados por la omisión o la indiferencia práctica y la ininterrumpida gimnasia de la lengua… pensar que son palabras que otros se tienen que aplicar, y quedarte tranquilamente sentado sin que en tu propia vida se remueva ni la más mínima inquietud, puede tener algo de tramposo… en todas nuestras vidas hace falta, de vez en cuando, ponerse en pie, desempolvar las sandalias, despojarse de inercias innecesarias y descentrarse… el Papa es Pedro a pesar de él mismo, no es impecable ni está exento de errores, es infalible en «cuestiones de fe y moral»… por tanto no es infalible si habla de ciencia, política, economía, deportes o lo rico que está el repollo… la #rosasinporqué acepta la radicalidad de la gratuidad y sobre ella edifica su entrega, su alegría y su belleza… ¿vives dando opiniones sobre todas las cosas y sobre todo el mundo?, ¿reconoces que a pesar de tu fragilidad y debilidad puedes vivir de certezas?… (con el Evangelio de hoy San Mateo 16,13-19)…