Es difícil concebir un mundo sin conexiones inmediatas que permiten estar al día de lo que ocurre

… es difícil concebir un mundo sin conexiones inmediatas que permiten estar al día de lo que ocurre… ¿a favor o en contra?, ¿cómplice o reaccionario?, ¿conservador o progresista?, ¿tolerante o intolerante?… tiene bastantes ventajas esto de la inmediatez y de la posibilidad de que cualquiera pueda publicar, opinar, y polemizar, ¡pero también tiene algunas trampas!… entre las peores, la agresividad que se nos va colando, contagiando… nace una suerte radicalismo extremo y descalificaciones virulentas del «otro»… va gestándose, lenta pero implacablemente, un espíritu de combate, de linchamiento, una guerra de declaraciones, un fuego cruzado cargado con desprecios, revanchas e incomprensión de quien piensa distinto, cree distinto, ama distinto… ¡hace falta resistir esta invasión de desprecio y desconsideración!, hace falta una resistencia firme pero lúcida… no añadas más pesar a las cargas de un mundo desquiciado, aplaca el retumbe de los tambores del odio, no sumes ni una brizna de amargura al coro de los desafectos, no te dejes embarcar en la flota de los furiosos… la cólera solo te hará naufragar, ¡y tu naciste para volar!… echa, pues, a volar la ternura, la paciencia, la comprensión… y no te dejes envolver por quienes, cargados de odio o prejuicio, no quieran alzar el vuelo… la #rosasinporqué despliega la ternura y la delicadeza en sus pétalos, la gratuidad la eleva por sobre la agresividad hiriente de las espinas… ¿eres agresivo e intolerante cuando te encuentras con otros que piensan, sienten, aman y creen distinto?, ¿das lugar a la ternura y a la delicadeza en el trato cotidiano?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 11,15-26)…