Envejecido con el paso de los años

… envejecido con el paso de los años, no dejo de soñar como si fuera un niño… es que, Señor, busco tu “novedad” entre las presiones de mis enemigos que sofocan el corazón y depositan parálisis en el giro de mis decisiones… es que busco tu “novedad” entre las expectativas de mis amigos que sin haberte escuchado han trazado mis rutas y me atan a ellas con cariño… es que busco tu “novedad” entre mi hondura ambigua que me ofusca el corazón y se reviste de luces para adueñarse con astucia de mis sueños y tareas… es que busco tu “novedad” entre la inercia terca de las instituciones programadas y sensatas que recogen a plazo fijo su cosecha esperada… es que busco tu “novedad” entre ofertas de estrellas con brillo de paraíso al alcance de la mano mientras madura tu don en la sombra lenta… ¡desocúpame de mis viejos odres que no resisten, Señor, tu vino nuevo!… ¡no remiendes, Señor, con tela nueva mi libertad gastada!… que vaya de una vez a tu “fiesta”, ¡líbrame de las excusas!, y haz nuevo mi ser entero para que pueda acoger tu “novedad” sin reservas… la #rosasinporqué no pone excusas para la “fiesta” de la gratuidad, por eso permanece jovial, libre y hermosa… ¿vives tan ocupado en todo que no tienes tiempo para nada?, ¿de dejas invitar o vives poniendo excusas?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 14, 1ª.5-24)…