… en medio de la noche se encienden sonrisas que despiden el invierno de penas y fríos… se prenden hogueras que reavivan los cuerpos entumecidos… una palabra tierna rompe el silencio opresivo y el diálogo brota al fin, a borbotones… arde una lámpara que vacía las sombras de fantasmas y miedos… dos amigos sellan la paz con un abrazo, y acaban con años de rencor y heridas… en una mesa bien provista nadie queda fuera… eres sonrisa y fuego, palabra y lámpara, abrazo y mesa, luz del mundo, nacido para iluminar la tierra… en horas de madrugada, cuando apenas el sol asoma allá lejos en todos los horizontes, en el mar y en la llanura, en los valles y más arriba de las montañas… en horas de madrugada, surge para tu corazón, esa luz que no tiene ocaso y que te brinda siempre el regalo de dejarte abrasar por ella… ¡luz que quema!, ¡luz que enciende y transforma!, ¡luz nueva que permite que los otros no sean anónimos ni cualquieras!… la #rosasinporqué se deja iluminar por dentro, así gratuitamente se hermana con todos los que la contemplan… ¿te dejas iluminar por dentro o sólo te interesa brillar?, ¿iluminas o encandilas?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 12,44-50)…