En horas tempranas descubres tu bien

… en horas tempranas descubres tu bien cuando te enamoras de una belleza siempre más alta, la aurora insiste en regalarte e invitarte en un nivel más alto y más profundo… cuál sea ese nivel no has de saberlo tan rápido, porque es necesario luchar y perseverar para alcanzarlo en el corazón… no se trata de ningún proyecto y menos todavía de un método… se trata de un abandono «desinteresado», despojado de cualquier pretensión… ¿quieres volar?… cuando Pedro pidió a Jesucristo que le llevara sobre el agua hasta Él, ¿qué le respondió el Señor?… pues una sola palabra: «ven»… y el discípulo se asustó ante la severidad del mar y comenzó a hundirse… ¿qué le dijo Jesús entonces?… “hombre de poca fe, ¿porqué dudaste?»… le dio su santa Mano y lo condujo Consigo… conducirlo así, consigo, es introducirlo en su Vida y guardarlo escondido en su Corazón… apresúrate, pues, en llamarlo, ahora y siempre: “¡ven, Señor Jesús!”… “Señor, gracias por estar y ser tan cerca, con tanta inmediatez e intimidad en mi corazón, no puedo decirlo ahora ni de otra manera, eres Tú, desde luego, y en qué modo, sin modo ni manera…”… ora siempre y espera sin desfallecer… la #rosasinporqué vive de la oración incesante que siempre es agradecida, por eso no desespera… ¿oras incesantemente alimentando así tu fe y tu esperanza?, ¿qué dificultades encuentras para orar sin cesar?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 18, 1-8)…