En el régimen de la gratuidad, la recompensa se da antes del mérito

… en el régimen de la gratuidad, la recompensa se da antes del mérito, la riqueza y la felicidad se prodigan antes de la prueba… eres incapaz de esta liberalidad porque no eres fuente del bien, sino depositario temeroso y pusilánime… en tu vida, pones en primer lugar las condiciones y las amenazas de sanciones… no acuerdas el precio más que después de haber obtenido la tarea, a cambio de servicios o garantías… ¡pero con Dios todo es distinto!… desde el momento que apelas a Dios, recibes justamente lo que no tiene precio: la herencia de la Sangre divina y la dignidad de hijo… tu corazón es liberado por la victoria de Cristo, es colmado de este triunfo puro… y después, una vez armado ya de nobleza y alegría, es cuando se te invita a combatir, recién entonces has de aportar tu trabajo y tu fatiga en la medida de tus fuerzas… tal es el gobierno del Reino de Dios, la economía del “vino nuevo”… la #rosasinporqué vive del vino nuevo de la gratuidad, por eso no se atribuye la belleza que posee… ¿te dejas amar gratuitamente o piensas que debes ofrecer o dar algo?, ¿reconoces la diferencia entre el agua y el vino, entre la ley y la gracia?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 2,1-11)…