En el misterio de la tierra

… en el misterio de la tierra, «sin saber cómo», se gesta la vida nueva en el grano de trigo… todos quieren apoderarse de la espiga madura, pocos quieren enterrarse como grano de trigo donde se gesta el mañana, «sin saber cómo»… todos se lanzan a las calles con bailes y aplausos cuando la libertad estalla, pocos se esconden vivos en la oscuridad de la tierra donde se crece a tientas, «sin saber cómo»… todos sueñan con el Reino, lo prometen, lo pintan y lo cantan, pocos lo alimentan en el germen diminuto de oraciones y de insomnios sin horarios y sin paga, donde empieza tembloroso el pan que alimenta, «sin saber cómo»… por eso, esta mañana, siémbrame, Señor, da lugar a la esperanza, ¡escojo la vida!… esta mañana, acepto los golpes y las pisadas, acallo mis límites, disuelvo mis miedos, ¡escojo la vida!… esta mañana, cierro los ojos, me abraza la tierra, ¡escojo la vida!… esta mañana, riego mis sueños, alimento el futuro, ¡escojo la vida!… esta mañana, te busco Vida en mi muerte cotidiana, salgo perfumado del barro, ¡escojo la vida!… y si llego a ser espiga, tendré que ser harina, me amasarán y pondrán en los hornos para ser comida, ¡porque escogí la vida!… la #rosasinporqué tiene vocación de vida, por eso se deja sembrar gratuitamente como un grano de trigo… ¿te dejas sembrar aunque este implique desaparecer?, ¿quieres conservar tu vida sin siembra?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 12,24-26)…