… el permanecer en el amor establece vínculos filiales, esponsales y amicales… no son vínculos interesados ni ocasionales, sino gratuitos y permanentes… la belleza del amor no es meramente estética, sino eminentemente ética… nada hay más hermoso que el amor incondicional, nada más bello que la relación entre padres e hijos, entre esposos, entre amigos… esta belleza ética es “dar la vida” por el amado, por la amada… no es una belleza acabada sino que se va haciendo a cada instante, cada día… no es un “dar la vida” de una manera épica o novelesca, sino silenciosa y en los detalles que marcan la diferencia entre lo ordinario y lo extraordinario… y la única diferencia entre lo ordinario y lo extraordinario es el “extra”… es el “extra” del verdadero amor que siempre le parece que se queda corto, que siempre ofrece más… es el “extra” de una mirada, de un gesto, de una palabra y, hasta, de un silencio… es el “extra” del “te amo un montón y quiero amarte más aún”… la #rosasinporqué es especial en los “extras” del amor, la gratuidad le brinda la creatividad inacabable del corazón enamorado… ¿te prodigas en “extras” con tus amados?, ¿das la vida en cada acción a cada momento?…. (con el Evangelio de hoy San Juan 15,12-17)…