… el hombre privado de la alegría es un títere o un mamarracho… lo que buscas ya está en ti, ¿por qué revolver el mundo para dar con un tesoro que ya tienes?… la alegría es la liberadora a cada instante, pues te devuelve a la mirada de la gratuidad, a la transparencia, al sosiego, a la paz… hay muchos que no logran «estar» en parte alguna, sino en sus propios tristes refugios, muy lejos y nada más… no hay gozo comparable al esplendor de la gratuidad, aún en medio de las dudas que, tantas veces ensombrecen tu andar… Dios te libre y te proteja del hombre «triste»… aprende a sonreír y a dejar que una sonrisa se manifieste en los distintos pasos de tus jornadas… la tristeza esclaviza, encadena, encierra, enferma… ¿qué pasa en los momentos de opacidad cuando no aciertas a otra cosa que a llenar formularios?… ¡vuelve incesantemente a tu morada y a tu corazón, a la alegría!… apiádate de tus hermanos y de ti mismo, ¡sonríe!… junto al río ves correr aguas puras y cristalinas, lo demás no tiene importancia… la #rosasinporqué no esclaviza ni enferma a los demás con la tristeza, la gratuidad la mantiene siempre alegre… ¿dejas que la tristeza te enferme y esclavice?, ¿facilitas con tu alegría la vida de los tuyos?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 9,32-38)…