El camino de la gratuidad es distinto del de la mezquindad

… el camino de la gratuidad es distinto del de la mezquindad, hasta el punto que muchas veces no se lo comprende… no te atreves a creer en esa grandeza tan sencilla, en esta libertad que se te ofrece… casi llegas a no fiarte de la hondura del don, ignoras el don esencial desde el momento en que abusas de los dones inferiores… no hallas fuerzas para seguir el sendero desviado por el que pretendes caminar, porque la cerrazón y la angustia sofocan lo mejor que hay en tu corazón… se te proponen tantas alternativas, sobre todo “eso” de llegar al “primer lugar” y obtener el “mejor éxito” a cualquier precio… es posible que juzgues mal y que tengas por derrota lo que, en realidad, es una victoria… no es éste el camino que te interesa de verdad… es seguro que no arribaras a satisfacciones, ni a regalos, ni a descansar en esos «resultados» que se tienen por definitivos… deja las pequeñeces más pequeñas, donde gimen las máscaras y seduce no sé qué poder… todo eso no te interesa, nada tienes que ver con ello… el mediocre pretende satisfacerse jugando a ser «mandón», y es trágico y triste… la #rosasinporqué transita el camino de la gratuidad, por eso no recurre a la astucia ni a la trampa en las cosas que emprende… ¿eres tramposo y astuto para obtener lo que pretendes?, ¿perseveras en el bien a pesar del entorno?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 16,1-8)…