El amor herido no hiere sino que, con sus heridas, ama y sana

… el amor herido no hiere sino que, con sus heridas, ama y sana… así es el amor verdadero que no es inmune al sufrimiento ni al desprecio, ni a la desconsideración ni a la ingratitud… esas llagas, por las que la vida se esfumaba, se han convertido en fuentes de luz y de gracia… esas heridas no se esconden ni maquillan, es que no existe cirugía estética en el adentro del corazón… esas heridas de amor sufrido, tampoco cicatrizan, porque las cicatrices cierran las heridas… pero el amor verdadero jamás encierra lo vivido ni se cierra para evitar seguir sufriendo… ¿qué tiene el amor herido en esas heridas y en esas llagas para seguir amando y a la vez sanar a quien las provocó?… incondicionalidad y gratuidad… por eso perdona siempre, siempre y no algunas veces… por eso, misericordioso, absorbe la miseria del amado, de la amada, y se queda con ella… ¡el amor vive!… ¡mira sus heridas y sus llagas!… nada te reprocha, nada te recrimina… ¡Él vive y te quiere vivo!… la #rosasinporqué no deja de amar aunque la hieran y llaguen, por esas heridas desde la gratuidad más ama y sana… ¿curas con tus heridas a quienes te hirieron?, ¿sigues amando aunque te hieran y desprecien?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 20,19-31)…