Educar el corazón para amar es tan importante

… educar el corazón para amar es tan importante, o más, que educar la inteligencia para pensar… Pedro dijo: “Señor, ¿por qué no puedo seguirte ahora? Yo daré mi vida por ti”… Pedro era bueno, amaba a Jesús, pero era bocón… y Pedro se va a dar un terrible porrazo, de esos que transforman una vida… por impulsivo, por tener el corazón más grande que la cabeza, porque hasta ahora no ha dado demasiado tiempo a que estos años transcurridos con Jesús vayan calando hasta lo más hondo… pero en una noche muchas cosas se ponen en su lugar, y lo que no ha calado hasta ahora va a derramarse a borbotones en su interior… no es buena voluntad lo que le falta a Pedro, siempre arrebatado pero siempre dispuesto… Pedro no es el gran héroe que pensó que era, no es el “mejor” ni el “más grande” de los discípulos… es débil, frágil, limitado, asustadizo… pero es esa “flaqueza” la que lo abre a un amor con raíces en Otro… así que, menos grandes palabras, y más hechos sencillos… la #rosasinporqué se deja educar el corazón por la gratuidad, no necesita de muchas palabras sino de humildes y sinceros gestos de amor… ¿eres arrebatado y bocón pero sincero y humilde y reconoces tus flaquezas?, ¿dejas que tu amor eche raíces en tus amados?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 13,21-33.36-38)…