… dos amores, un amor… el amor que da vida, el amor que comparte la vida… el amor que da vida la hace crecer, el amor que comparte la vida la disfruta y la festeja… por eso el amor, los dos amores, se siembra en libertad y crece en la medida que exista libertad… sin libertad no hay amor, no hay vida… amores obligados, no son amores, sino esclavitudes… amores forzados, no son amores, sino conveniencias… amores temporales, no son amores, sino pasatiempos… quien ama con fecha de vencimiento, no ama… quien ama celando, no ama… quien ama sin compartir la vida, no ama… el amor sabe de esperas largas, late oteando el horizonte por si regresa… el amor no se cansa de esperar, vive en la medida que espera… el amor festeja los regresos sin reprochar ni echar en cara nada… el amor corre a abrazar y a besar… el amor así como espera, también, sale a buscar… el amor no se cansa de buscar y de invitar a fiesta… dos amores, un amor… el amor que da vida, el amor que comparte la vida… todos desean amar, pero no todos aman porque no tienen el corazón “educado” para amar… la #rosasinporqué aprendió a amar desde la gratuidad, se deja amar y ama… ¿cómo educas el corazón de los niños y de los jóvenes para que amen?, ¿amas?… (con el Evangelio de hoy San Lucas 15,1-3.11b-32)…