… dicen que te dicen la Virgen, y que en ti se encuentra la paz… dicen que tienes la mirada más linda que los ojos, y que tus palabras son suaves y delicadas como las de todas las mamás… dicen que a todos los tratas como a hijos pequeños, no por agrandada sino porque acaricias y abrazas… dicen que tienes la edad, apenas unos años más, de Aquel que resucitó y que se hace presente al “partir el pan”… dicen que estás aquí y allá, que no descansas jamás, que algunos te llaman Auxiliadora, Abogada, Reina, dulce Muchacha y hasta Esclava sin más… dicen que de ti hacen imágenes que a los fieles les ayuda a recordar que eres Madre y así te nombran como de Guadalupe, de Aparecida, de Luján y hasta de Fátima en Portugal… dicen que los enfermos de ti encuentran consuelo, que a los niños los mimas de una manera especial, que los jóvenes te aman y las familias te confían sus vidas, sus historias y sus mañanas… dicen que no te enojas, que aunque pasaste por dolores y desprecios siempre una sonrisa en tu rostro hubo y hay… dicen que no conoces qué es hablar a los gritos, insultar o maltratar… dicen y seguirán diciendo tantas cosas, pero a mí sólo me sale llamarte “¡María!”, enmudecer y sollozar, tener ganas de besarte y dejarme abrazar… la #rosasinporqué se adorna con la gratuidad de María, por eso permanece siempre tan hermosa… ¿cómo es tu relación con la Virgen María?, ¿has descubierto su presencia maternal?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 15,1-8)…