Descender, bajar, es el movimiento que permite los encuentros

… descender, bajar, es el movimiento que permite los encuentros… pero nadie quiere descender, nadie quiere bajar… y, así, no hay posibilidad de encuentros y sigues aislado en tus refugios, escondido en tus culpas, distante de la realidad… pero basta que alguien te mire con amor y que te diga “baja pronto”, para que en una sorpresa imprevista se le abra a tu corazón cerrado la oportunidad de una acogida y, sin demora, puedas hospedar en tu casa a la gratuidad y, con ella, al Dios de la vida y la vida de tus hermanos… Zaqueo tiene enferma su mirada, es esclavo de lo que no alcanza… por su “poca estatura” vive atento para ver de qué cosas aprovecharse para dar con lo que no puede… sólo que esta vez una mirada le hace verse libre de lo que no alcanza… no eres menos por lo que no alcanzas… y, paradójicamente, lo que intentas alcanzar sí te hace “menos”… menos libre, menos disponible, menos servicial, menos amable, menos amoroso… ¡qué lindo que Jesús te haga bajar con su mirada cargada del amor del Padre, y no de un hondazo, diciéndote “baja pronto que hoy tengo que hospedarme en tu casa”!… la #rosasinporqué desciende a las alturas de la gratuidad y, con humildad y alegría, es capaz de hospedar a todos en su interior… ¿desciendes y bajas de tus pretensiones de grandeza?, ¿qué cosas impiden los auténticos encuentros con Dios y con los demás?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 19,1-10)…