Demandante de pruebas

… demandante de pruebas, tenso el rostro y agazapada la mirada, sospechando de cada evidencia… incapaz de confianza porque significa abandonarme en el otro que es frágil, débil y limitado… ¿alguien podrá sanarme de esta enfermedad?… “… vuelve a ser como un niño pequeño y déjate abrazar… sólo el amor recibido sin un porqué… sólo aquel ‘te quiero porque te quiero’…”… Señor, no te avengas a mostrarte donde te busco, encamina mi búsqueda allí donde deseas revelarte… no respondas al instante a mis peticiones tan pequeñas, sorpréndelas con tu bondad sin medida y sin usura… no me dejes satisfecho en los conceptos donde te apreso, ábrelos al saber de Ti que no cabe en mi certeza… no recorras conmigo mis calles hasta mi meta fijada, desvíame Contigo por las veredas de tu por-venir… no permitas que te encierre dentro de mi pecho posesivo, distiéndeme entero y con gozo en el juego incesante de tu vida… no me hagas caso Señor, contempla mi ser entero, escucha mis raíces milenarias, y la ambigua claridad de mi deseo… escúchame en el Espíritu que vive dentro de mí , y me expresa dentro de Ti más allá de lo que pido y digo… la #rosasinporqué no busca signos ni exige pruebas, la gratuidad le es suficiente para creer y confiar… ¿vives exigiendo signos y pidiendo pruebas?, ¿probaste confiar, probaste dejarte amar?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 11,29-32)…