Decepcionan los líderes, políticos o religiosos o públicos

… decepcionan los líderes, políticos o religiosos o públicos, que “entretienen” pero no parecen “admirables”, no “enamoran”… ¿a quién vale la pena seguir hoy?, ¿quién propone proyectos que enamoren y se los pueda vivir como propios?… no sirven respuestas baratas ni existe una única contestación… por eso, ¡qué buena es la capacidad de desear!… hay quien diría que es mejor no aspirar a nada, que así te evitas desengaños e insatisfacción… pero lo cierto es que estás vivo, y como estás vivo sueñas, buscas, anhelas y encuentras motivos para ir avanzando… vives entre el deseo, la necesidad, la llamada y el encuentro… quieres amor, justicia, alegría, saber… quieres caricias, canciones, conquistas, respuestas… hay veces en que la sed de vida es cotidiana, una apetencia normal… pero otras veces es ¡atroz!… y no encuentras respuesta ni nada ni nadie que la colme… te pesan los silencios, y anhelas amor… te vencen las heridas, y quieres compañía… te asusta la soledad, y esperas encuentro… te agobia el vacío, y ambicionas sentido… te atrapa el vértigo de la actividad incesante, y añoras un poco de paz… y ansías unos brazos, un hogar, un sentido… la #rosasinporqué pone en práctica la gratuidad con la gratuidad en todo y con todos, no busca ni entretener ni entretenerse sino vivir con sentido… ¿abrazas enamorado a algún proyecto o a alguna persona?, ¿vive con sentido o solo sobrevives?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 11, 27-28)…