“Cumplir los mandamientos” no es acatar un código

… “cumplir los mandamientos” no es acatar un código de tránsito ético para evitar colisiones en la convivencia humana o para mantener contento a Dios… es triste, ingenuo y restrictivo, ver en la conducta “moral” sólo una construcción cultural… hay un secreto, una sorpresa inefable que no se detiene en formas ni en maneras, una Presencia que todo lo llena, una Palabra que todo lo dice… usas catálogos y diccionarios de toda especie y color, y nunca aciertas… pretendes «fijarte» en esos lugares «indudables», establecidos, casi mecánicos, que todo responden… ¡quieres almanaques y proyectos y reglamentos!… pretendes, en suma, esas cuentas claras que todo embarullan… ¿dónde queda la ley verdadera, la ley del Amor que no conoce fronteras?… estructuras, estructuras y estructuras… así no buscas la luz, sino que persigues las sombras siniestras de los negocios que te seducen con su materialidad somnolienta y vana… la #rosasinporqué cumple los mandamientos, porque así deja gratuitamente ordenado todo lugar para la Luz y el Amor… ¿desprecias o infravaloras los mandamientos gambeteándolos siempre?, ¿te preocupas de sólo cumplir sin prestar atención a la Presencia que te habita?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 5,17-19)…