Cuando faltan argumentos es que ¡hay demasiados!

… cuando faltan argumentos es que ¡hay demasiados!… la abundancia excesiva de “cosas” acaba por trabar los caminos y dejarte inmóvil… arte valiosa es ahondar la mejor senda y hallar en sus grados lo que no se encuentra en la multiplicidad o en la confusión… otro tanto ocurre con la “actividad”, esa obsesión por hacer esto o aquello, que termina por dejar todo postrado y sin los resultados apetecidos… no es bueno dispersarte y tener por fecundo lo que nunca acontece… ¡cuántas veces te lamentas por no alcanzar esos objetivos o aquellos otros resultados!… ¡y cuánto te equivocas cuando generas una “preocupación” tras otra para darte la sensación de que “haces algo”, de que estás al día y a la hora… el “culto” de la “oportunidad” no es “absoluto”, hay oportunidades, muchas desde luego, pero puedes con fruto dejar algunas… si eres responsable, no vives obsesionado por “hacer” sino por “hacer bien” lo que tienes que hacer… la #rosasinporqué es responsable con lo que hace, desde la gratuidad todo lo hace con alegría y bien… ¿vives obsesionado por hacer cosas?, ¿qué frutos tiene tu hacer?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 7,15-20)…