Con tan poco, con casi nada y, sin embargo tanto

… con tan poco, con casi nada y, sin embargo tanto… la delicadeza de una mirada, la suavidad de una caricia, tu nombre pronunciado con ternura, el perfume de una rosa… inimaginables e insospechados secretos en el desierto cotidiano de la vida… abres tus ojos interiores y quedas maravillado, sorprendido, cautivado… a pesar de cualquier desolación o desengaño, siempre está la gratuidad… “… ¡Señor!, ¿has venido a mi pobre casa para visitar y habitar mi pobreza, para levantar para Ti un silencio nuevo?… descubro tu Rostro lleno de luz en mi corazón y mi secreto… ¡ven Señor Jesús!… no dudo, pero ayúdame a creer…”… súplica nueva que excluye enojos y variadas opiniones… súplica que nace de la fe, sin más, y se vuelve acción de gracias… ¿qué decir en esas horas perdidas en las sombras?… suplica y calla toda sospecha… ¡sigue soñando!, no te detengas ni aquí, ni allí… ¡rompe cascarones y necedades!… no te imaginas ni sospechas el alcance de las promesas… ama y desea, desea y espera… la #rosasinporqué sabe esperar contra toda esperanza, la gratuidad la llena de una osada confianza que la preserva del desánimo y de la desesperanza… ¿esperas contra toda esperanza?, ¿cómo conservas, aumentas y fortaleces tu esperanza?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 8,5-11)…