Con el año en pañales, es bueno que te adentres en el valor de las cosas

… con el año en pañales, es bueno que te adentres en el valor de las cosas que no sospechas… existe un afán desordenado de dominarlo todo, y existe un temor justificado a ser dominado… concebir las relaciones con los demás, y con Dios, como una competencia de “poder, de fuerzas y de dominio” es hacer de la vida un “campo de batalla”… ¿se ha roto tu balanza?, ¿ya no puedes medir, pesar y manejar las cosas a tu antojo?… ¡no desesperes!, tal vez es una oportunidad para algo mucho más valioso… puedes muy bien «recibir», “recibir” sin hacer comentarios, “recibir” sin expresar reclamos ni quejas… puedes “recibir” sin atender con brusquedad el valor contingente de tantas cosas… es que no sabes aún lo que, escondido, “recibes” de Quien tanto te ama y cuida… Dios, tu Padre, te da gratuitamente todo y te da más allá de esas estrellas que te fascinan y que se apagan siempre… hay Alguien junto a ti que aún no conoces, hay Alguien que junto a ti que te ama con locura… ¡anímate, al menos, a saludarlo!… tal vez, un día, te dejes amar gratuitamente… la #rosasinporqué no conoce el afán de dominio y de poder, la gratuidad le permite recibir y dar sin vueltas ni vueltos y siempre con alegría… ¿das vueltas y esperas vueltos en el dar y recibir?, ¿tienes los ojos del corazón abiertos para reconocer lo insospechado escondido?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 1,19-28)…