Ciudades, casas y templo

… ciudades, casas y templo, ¿cuáles son tus cimientos, tus paredes y tus techos?, ¿por qué han sido construidas y con qué?… el orgullo es humo, crece en el aire y en los ojos ingenuos que lo admiran o en los aterrados que lo temen… el orgullo sube hinchado con el impulso fantasmal de su propio vacío, se regodea y gira sobre su complacencia, se alimenta y dura mientras haya criaturas que se quemen por él… al final, el orgullo se diluye en el aire nublando los horizontes, y sepulta en los pulmones la muerte de sus despojos… la humildad es agua mansa que se hunde y desaparece por las grietas angostas de los sequedades, desciende sin ruido a las tierras hundidas, acuna las semillas, asciende por las raíces y es alimento y alegría en las flores y en los frutos… la humildad es aliada de la vida universal que el buen Dios ha escondido en el misterio del mañana… conviérteme hoy, Señor, fecunda las semillas sembradas al voleo en la ambigua geografía de mi vida… que no construya con humo arruinando tu Sueño para dejarlo en ruinas… que construya con agua mansa para que otros sigan soñando con tu Sueño de vida… la #rosasinporqué se marchita con el humo, pero es mantiene fresca y viva con el agua mansa de la gratuidad… ¿arruinas los sueños de otros?, ¿con qué construyes tu vida y tu familia?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 21,5-9)…