… aunque el peligro por tu vida sea grande, no has de temer… aunque la adversidad abra sus infernales fauces, no has de temer… aunque el abandono y la incomprensión de los tuyos te abracen, no has de temer… aunque te invada el desconcierto y la duda, no has de temer… tu Padre Dios está presente en cada acontecimiento sosteniendo a los pájaros en su vuelo, y contando uno por uno tus cabellos… proclama, entonces, por la confianza, en suave abandono, en Quien has puesto tu esperanza… ¡renegado no seas del Amor!… ¡mira que amanece!, y el sol va encendiendo una a una las gotas de rocío… a tientas, como frutos de la noche, crecieron armoniosas asidas al filo de las hojas… ahora brillan como un sementera de perlas y de luces… si las tocas, ¡mueren!… si las contemplas, ¡brillan!… arden y se consumen regalando una belleza que no puede engastarse ni en el oro ni en la prisa… así de hermosa, delicada y valiosa es tu vida, gota de rocío, que inaugura el comienzo de cada día… la #rosasinporqué no reniega de la gratuidad, cada amanecer da testimonio de ella abriéndose a la vida… ¿qué testimonian tus gestos, actitudes y decisiones fundamentales?, ¿superas los temores por la confianza en suave abandono?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 10,24-33)…