Aquí estás, no lejos, con gozo y alegría para recibir la gratuidad

… aquí estás, no lejos, con gozo y alegría para recibir la gratuidad que es siempre “salud del alma”… si te encuentras enfermo, o piensas en una enfermedad, ¡no temas ni dudes!… sanarás en el secreto cotidiano de tu entrega… el hombre cura, ¡sólo Dios sana!… ¡sí!, porque lo que enferma tu vida, que es don, es la mezquindad y el egoísmo… eres y serás lo que quieras y lo que quieres, siempre con y en el Señor… más allá, más aquí, en la gratuidad siempre nueva y en su esplendor… lo que tú quieres es sanarte, elevarte por encima de lo que eventualmente te esclaviza y no te permite amar bien… entonces, recibe con alegría y confianza la salud que Dios siembra en tu corazón y en tu vida… nada ni nadie te aparta o te aleja de Dios… la #rosasinporqué desea la salud que es gratuidad, por eso se sobrepone a toda enfermedad… ¿buscas solo curarte o te interesa sanarte?, ¿ofreces a los tuyos curación y sanación?… (con el Evangelio de hoy, San Marcos 1,29-39)…