¡Allí o aquí da lo mismo, si estás donde amas!

… “caminante peregrino”, ¿dónde estás?… ésta pregunta tiene una magnífica respuesta: “¡estás donde reposa tu corazón!”… quizá temes hallarte, ¡tantas veces!, donde no quieres… y, sin embargo, esto es imposible porque «más está el alma donde ama que donde anima»… estás allí donde quieres y tu corazón elige… allí mismo, donde amas, donde está tu reposo y tu predilección…

… pequeño y buen amigo, pequeña y buena amiga, aunque los senderos exteriores de este mundo sean harto ásperos y los ideólogos y los maestrillos, cercanos y lejanos, pretendan otra cosa… ¡nadie te quitará esa libertad de tu alma!… aunque presionen unos y otros y te quieran calificar al antojo de la moda, o del miedo, o de la necedad, tan frecuente… permanece firme donde están los verdaderos bienes…

… y no te dejes arrastrar por las estructuras, que siempre se procuran justificativos del corte que sean… estás donde se halla tu corazón y donde tu alma desea… desea estar en lo alto, «sobre toda temporal creatura levantada», como decía San Juan de la Cruz… y llegarás en un instante al punto maravilloso que descubre la virginidad de tu alma… habita la parte escondida del mundo, que es el camino del Cielo…

… entonces, ¡vamos!… ¡arriba!… ¡allí donde te encuentras ponte de pie y respira hondo!… con la “pequeña oración” de la mañana, y de cada momento, eres servidor como tu Señor ingresando en la predilección del Padre… sin discusiones ni griteríos… para que tus hermanos tengan esperanza en Su Nombre… no busques otro lugar distinto que éste en que te encuentras… allí o aquí da lo mismo, si estás dónde amas… desayuna y matea con la Verdad del “pan del día”, (Mateo 12,14-21: “… éste es mi servidor, a quien elegí, mi muy querido, en quien tengo puesta mi predilección… ”…)…