¿Acaso no es el carpintero, el hijo de María?

… “¿acaso no es el carpintero, el hijo de María?”, decían del Señor los que lo veían y conocían de chico… es que lo qué el Señor hacía y enseñaba no era “proporcional” al conocimiento limitado que de Él tenían… y, entonces, Jesús era motivo de escándalo no por Quién era sino por las limitaciones de quienes opinaban… ¿quién eres?, ¿dónde estás?… de Dios vienes y a Dios vas… deja todo apresuramiento y recuerda tu doble origen: celeste y terrestre… el «sentido», la vocación, la misión, la vida profunda la recibes de lo Alto… no sólo ayer, sino a cada instante… es presente, es ahora, es «ya»… no has de aguardar hasta mañana: ¡vives y eres ya!… no temas la incomprensión, o el desprecio, o la torpeza que tantas veces daña tus días… hay quienes no comprenden ni pueden comprender… no te compares con nadie, no compares a nadie… no pierdas el tiempo con esas tonterías… sé tú mismo, deja que los demás también lo sean… y, sobre todo, deja a Dios ser Dios, ¡y basta!… que sigan opinando los que poco saben, ¿qué más da?… la #rosasinporqué no sabe si es más hermosa que otras flores, ella simplemente “es” desde la gratuidad… ¿quién eres?, ¿dónde estás y hacia dónde vas?… (con el Evangelio de hoy, San Marcos 6,1-6)…