Abre los ojos interiores, mira “más allá”

… abre los ojos interiores, mira “más allá”… más «adentro» es lo mismo que «más allá» o «más aquí»… se trata de que superes una cierta frontera o de que derribes esas falsas y pesadas murallas que te encierran… para eso es necesario que abras los ojos interiores… dirás que ¡nada ves!, dirás que topas con sombras terribles o que carecen de sentido… trata de vencer ese «parecer» que no te permite seguir… te encuentras en la llanura, en las montañas, en el mar… hay ruidos y sonidos molestos por todos lados, pero tú sabes y te dices, con firmeza: «¡yo no soy eso!, en realidad no estoy allí ni aquí”… y te sientes solo, sin el sentido que aguardabas… pues ¡aprende a caminar sin el «sentido» que te consuela!… ¿qué sentido?, ¿hacia el norte, hacia el sud, hacia el este, hacia el oeste?… tu horizonte está siempre “más allá” porque está siempre “más aquí”… no caigas en ciénaga alguna, no te quedes atado a las «estructuras» que mueren… goza vivir desde el hondo respiro, en la misma gratuidad… la #rosasinporqué eleva siempre sus ojos, por eso su mirada es de alegre y confiada gratuidad… ¿elevas los ojos para mirar distinto o sólo te miras la punta de los pies?, ¿te desvives por la unidad o sólo buscas la unión, siempre necesaria, pero insuficiente?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 17,20-26)…