Abre los ojos interiores, mira más allá

… amigo y amiga de las rosa, abre los ojos interiores, mira más allá… más «adentro» es lo mismo que «más allá» o «más aquí»… se trata de superar una cierta frontera o de derribar esas falsas y pesadas murallas que te encierran… para eso es necesario abrir los ojos interiores… dirás que nada ves, dirás que topas con sombras terribles o que carecen de sentido… trata de vencer ese «parecer» que no te permite seguir... te encuentras en la llanura, en las montañas, en el mar… hay ruidos y sonidos molestos por todos lados, pero tú sabes y te dices, con firmeza: «yo no soy eso, en realidad no estoy allí ni aquí”… pero te sientes solo, sin el sentido que aguardabas… pues ¡aprende a caminar sin el «sentido» que te consuela!… ¿qué sentido?, ¿hacia el norte, hacia el sur, hacia el este, hacia el oeste?… tu horizonte está siempre más allá porque está siempre más aquí… no caigas en ciénaga alguna, no te quedes atado a las «estructuras» que mueren… goza vivir desde el hondo respiro, en la misma gratuidad… ¡déjate sorprender por la Vida!… no te resistas a la Realidad… la #rosasinporqué se deja sorprender por la vida y, agradecida, abre sus ojos cada mañana con alegría… ¿dejas que se abran tus ojos interiores por la gratuidad o permaneces ciego ante la realidad?, ¿vives sorprendido o aburrido, alegre o apático e indiferente?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas, 24,35-48)…