A menudo escuchas pronunciar discursos sobre la fe

… a menudo escuchas pronunciar discursos sobre la fe que afirman que se necesita creer en Jesús para alcanzar la felicidad más plena… sin embargo, dichas proclamaciones muchas veces chocan contra una realidad bien diferente… por un lado la de aquellos cristianos que parecen vivir la vida con un carácter entristecido, agobiado y apesadumbrado… y por otra la de muchos ateos y agnósticos que, lejos de dar la impresión de faltarles una pieza clave en su vida, parecen vivirla de una manera totalmente feliz, siendo además en muchos casos muy buenas personas… ¿necesita la gente a Jesús?, o tal vez puede que sea mejor que vivan su vida felices sin Él… muchas veces se convierte a Jesús y el Evangelio en una pesada carga, en una especie de losa que aplasta o en un producto que hay que vender si se quiere evitar que la Iglesia desaparezca… Jesús no es nada de eso, Él quiere ser tu felicidad, llenar tu corazón y que te muevas hacia actitudes que te saquen de ti mismo y te hagan agradecido… Él no es una carga ni una amargura, sino más bien Aquel que te ayuda a llevar la carga y amargura… si no lo vives así, puede ser que te estés engañando, puesto que no estarás viviendo desde la felicidad que Él te promete… y puede ser que ni siquiera hayas conocido al verdadero Jesús… la #rosasinporqué vive habiendo descubierto de verdad que la gratuidad llena su corazón y contagia a todos su alegría y su convicción… ¿qué cosas impiden que te encuentres con la verdadera felicidad que nace de la gratuidad?, ¿reconoces que sin la gratuidad en tu vida eres como una oveja sin pastor?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 10,32-38)…